Título: Temblor
Título original: Shiver
Autora: Maggie Stiefvater
Editorial: SM
Páginas: 429
Género: Romántica fantástica.
"...Cuando el amor/ te hace temblar en otoño,/ es mejor que el invierno/ no llegue nunca: las primeras nevadas/ pueden arrebatarte/ a quién más deseas.
Hace años,/ Grace estuvo a punto de morir/ devorada por una manada de lobos./ Inexplicablemente, uno de ellos,/ un lobo de intensos ojos amarillos, la salvó.
Desde entonces, todos los inviernos/ Grace se asoma al bosque/ y, desde la distancia,/ lobo y chica se observan./ Cuando llega el calor, la manada desaparece/ y, con ella, «su» lobo.
Pero este año,/ Grace deseará que el invierno no llegue/ y que el otoño dure para siempre.
Ha conocido a un chico; se llama Sam. Es un tipo normal, salvo por sus ojos. Son de un extraño color amarillo..."
Es muy probable que Temblor sea el libro que más he releído en toda mi vida, y me encantó desde el primer momento. Para seros sincera, lo compré sin ninguna referencia. Simplemente, un caluroso día de verano entré en una librería en busca del aire acondicionado y de entretenimiento, y sin planearlo, salí con un ejemplar bajo el brazo. No había oído hablar de él. No había leído ningún otro libro de la autora. Me lance a la aventura y hoy, después de tres años y muchas lecturas, no me arrepiento.
Una de las muchas cosas que me gustan de esta maravillosa novela, y la que primero aprecié, fue su edición. La cubierta es más que acertada. Esos motivos vegetales en tonos plateado y azul, están en perfecto sincronismo con el argumento de la obra en general, pero también en particular, ya que simples elementos en la impresión (no son apreciables en la foto, sorry) o el hecho de que la sinopsis esté escrita en formato de poesía son detalles que hacen que todo adquiera ese matiz especial y sientas el libro más tuyo.
En sí, el argumento es un tópico, para qué os voy a engañar. Los hombres lobo siempre han sido y serán uno de los temas más aclamados en la literatura fantástica y no vamos a poder cambiar eso. Pero en el caso de Temblor, el hecho de que el hilo conductor de la historia sea la manada de los lobos de Mercy Falls no eclipsa al resto de acontecimientos que, sin duda, llevan la marca personal de Maggie Stiefvater. Con un toque de misterio e intriga, Temblor deja de ser un libro de fantasía como otros para convertirse en algo mucho más mágico y profundo.
La manera que tiene la autora de envolvernos con sus frases es increíble y tremendamente efectiva. Su narración es sencilla, sin palabras rebuscadas ni expresiones forzadas; utiliza las descripciones en su justa medida para transportarnos directamente al escenario donde tienen lugar los hechos que protagonizan Sam y Grace, los personajes principales de esta novela. A través del punto de vista de ambos, ya que se van turnando para llevar a cabo la labor de narrador, conocemos a fondo todo cuanto les rodea, así como su pasado y cómo este ha influido en las personas que son ahora.
Tanto el protagonista femenino como el masculino son dignos de destacar. Es alucinante la fuerza con la que nos embisten sus personalidades, peculiares cada una por un motivo, y la facilidad con la que se les coge cariño. Un claro ejemplo de esto es Sam. Sinceramente, no conozco a nadie que no haya caído rendido a sus pies. No se trata de un chico como otro cualquiera, y no solo por el hecho de que pase los inviernos convertido en lobo. Es sensible, dulce y cariñoso en unos términos que rozan lo inimaginable. Ha tenido que pasar por momentos muy difíciles a los largo de su vida, y eso a contribuido a que se forje unas expectativas de sí mismo muy bajas en comparación con la realidad.
Pero Grace está dispuesta a hacerle cambiar de idea.
A pesar de ser algo parecido al rotundo opuesto de Sam, encajan a la perfección y demuestran que se puede encontrar a tu alma gemela cuando menos te lo esperas.
Sam ama la literatura. Grace nació para resolver ecuaciones. Ella es resuleta. Sam se tortura constantemente preguntándose si estará haciendo lo correcto. Estas pequeñas diferencias no hacen otra cosa más que reforzar su relación, ya que se complementan como si estuvieran destinados a hacerlo. La complicidad que se respira entre ellos se te contagiará y terminarás por desear que salgan del libro para poder abrazarles.
Quizá pueda pareceros algo empalagoso si odiáis la novela romántica, pero Temblor no se trata de un culebrón, ni mucho menos. Eso os lo aseguro. Hay cientos de motivos por los que deberías leer esta novela y os será muy difícil despegaros de ella una vez la hayáis comenzado, ya que Maggie es capaz de mantener la atención de sus lectores y nos tiene en vilo hasta la última línea.
Debo reconocer que cuando llegué al final, no me esperaba que hubiera una segunda parte, ni mucho menos que este libro formara parte de una trilogía. Los que lo hayáis leído estaréis de acuerdo conmigo en que los acontecimientos que ocurren al final, dan la sensación de estar destinados a crear un final "abierto", que da lugar a que el lector tome las riendas y con su propia imaginación, encuentre una explicación a los cabos sueltos que faltan por atar. Por eso, cuando me enteré que Maggie había escrito Rastro, y más tarde Siempre, me decepcioné y me alegré a partes iguales. Por un lado quería pasar más tiempo al lado de Sam y Grace, pero el final de Temblor me había gustado tanto que albergaba la esperanza de que todo se quedara tal y como estaba.
En sí, el argumento es un tópico, para qué os voy a engañar. Los hombres lobo siempre han sido y serán uno de los temas más aclamados en la literatura fantástica y no vamos a poder cambiar eso. Pero en el caso de Temblor, el hecho de que el hilo conductor de la historia sea la manada de los lobos de Mercy Falls no eclipsa al resto de acontecimientos que, sin duda, llevan la marca personal de Maggie Stiefvater. Con un toque de misterio e intriga, Temblor deja de ser un libro de fantasía como otros para convertirse en algo mucho más mágico y profundo.
La manera que tiene la autora de envolvernos con sus frases es increíble y tremendamente efectiva. Su narración es sencilla, sin palabras rebuscadas ni expresiones forzadas; utiliza las descripciones en su justa medida para transportarnos directamente al escenario donde tienen lugar los hechos que protagonizan Sam y Grace, los personajes principales de esta novela. A través del punto de vista de ambos, ya que se van turnando para llevar a cabo la labor de narrador, conocemos a fondo todo cuanto les rodea, así como su pasado y cómo este ha influido en las personas que son ahora.
Tanto el protagonista femenino como el masculino son dignos de destacar. Es alucinante la fuerza con la que nos embisten sus personalidades, peculiares cada una por un motivo, y la facilidad con la que se les coge cariño. Un claro ejemplo de esto es Sam. Sinceramente, no conozco a nadie que no haya caído rendido a sus pies. No se trata de un chico como otro cualquiera, y no solo por el hecho de que pase los inviernos convertido en lobo. Es sensible, dulce y cariñoso en unos términos que rozan lo inimaginable. Ha tenido que pasar por momentos muy difíciles a los largo de su vida, y eso a contribuido a que se forje unas expectativas de sí mismo muy bajas en comparación con la realidad.
Pero Grace está dispuesta a hacerle cambiar de idea.
A pesar de ser algo parecido al rotundo opuesto de Sam, encajan a la perfección y demuestran que se puede encontrar a tu alma gemela cuando menos te lo esperas.
Sam ama la literatura. Grace nació para resolver ecuaciones. Ella es resuleta. Sam se tortura constantemente preguntándose si estará haciendo lo correcto. Estas pequeñas diferencias no hacen otra cosa más que reforzar su relación, ya que se complementan como si estuvieran destinados a hacerlo. La complicidad que se respira entre ellos se te contagiará y terminarás por desear que salgan del libro para poder abrazarles.
Quizá pueda pareceros algo empalagoso si odiáis la novela romántica, pero Temblor no se trata de un culebrón, ni mucho menos. Eso os lo aseguro. Hay cientos de motivos por los que deberías leer esta novela y os será muy difícil despegaros de ella una vez la hayáis comenzado, ya que Maggie es capaz de mantener la atención de sus lectores y nos tiene en vilo hasta la última línea.
Debo reconocer que cuando llegué al final, no me esperaba que hubiera una segunda parte, ni mucho menos que este libro formara parte de una trilogía. Los que lo hayáis leído estaréis de acuerdo conmigo en que los acontecimientos que ocurren al final, dan la sensación de estar destinados a crear un final "abierto", que da lugar a que el lector tome las riendas y con su propia imaginación, encuentre una explicación a los cabos sueltos que faltan por atar. Por eso, cuando me enteré que Maggie había escrito Rastro, y más tarde Siempre, me decepcioné y me alegré a partes iguales. Por un lado quería pasar más tiempo al lado de Sam y Grace, pero el final de Temblor me había gustado tanto que albergaba la esperanza de que todo se quedara tal y como estaba.
Os animo a leer la primera parte de esta trilogía que no os defraudará. En Temblor encontraréis amor, pero también misterio, drama e intriga. Sus personajes os cautivarán tanto como su historia, que os dejará gratamente impresionados.
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